Para desempolvar polémicas perdidas afecto por las vacas y horror por los sistemas. Según el manifiesto (con la eme mayúscula) a los ojos del bien eso es un desacato: ¡Utopista insolente! llamaron al francés, ¡Pasarás a la historia si acaso por pendejo! Y Prouhdon contestaba: "No me quedé callado. Jamás me quedaría: ¡Tenia del socialismo!, respondí en alta voz". "Confío en los mutualistas y descreo del Estado. No hay nada de provecho en cambiar de cadenas. No existe el absoluto venderse a ello es tonto. Yo sólo veré el mal. Moriré en las tinieblas. Pero uno de estos días..." Si la posteridad -escribió a Michelet- se acuerda de nosotros... Son los años noventa. Comienza a caer la lluvia. A la mitad del mundo un hermoso animal rumia con parsimonia en lo que arriba el siglo. el hip-hop de la línea (lo que a un animal le cabe en el hocico) que se sirve el spid luego del trago. no te puedo creer que no hayas visto lo que le echa a la copa en la segunda ronda. Su padre igual que él era madrina aunque antes fue güi-güi de los de lamparita. La madre de Caronte era una puta. De ambos supo Caronte la verdad de las cosas: “La vida es simplemente desplazarse, es el puro cruzar de un lado al otro cobrando suficiente por mandarte al averno”. Ahora Caronte nocturno se desplaza a un bisne regular: Se trata de llevarse entre las patas a un diablo miserable y luego convencer a quien se deje que era el narco más grueso del planeta. Cualquier mortal es bueno; unos cuantos putazos y una vez en el piso y a punto de valer, la prueba irrefutable. Caronte está orgulloso, él fue quien trazó el plan con la navaja de Occam. Estaban él y otros chupando sin acción cuando dijo en voz alta: “Aquí nomás cerquita están estos chamacos jugándose la cáscara, apañamos a quien se ponga al brinco y mientras lo paseamos le partimos su madre. Después nos enfilamos a un congal que me sé donde el trafique es sólo con perica balín y decimos que a menos que se mochen el muerto es suyo. Nomás por no dejar nos trepamos a dos para surtirlos y que se queden quietos en medio de un baldío los tres muy bien talqueados que dizque por un pleito entre gallones. Transcurrido un instante, lo que dure una chela con su pase cortado como si en la telera, les llegamos echando lamparazo y bien faramallosos cogemos a los tres con lo que bien diríamos la reata adentro por andar de camellos”. Caronte convincente desciende de la nave desparramando estilo con la fusca en la mano: “Unos tres golpes de estos y me vuelvo famoso” ha pensado Caronte antes de darse cuenta. Sus ojos no dan crédito: los cuerpos ahí tirados son de sus compañeros; el tercero, el del muerto, lo está mirando fijo con la misma mirada aprendida del padre, la risita en los dientes, la vieja cicatriz Los perros callejeros preparan el banquete. El movimiento ahora es lo que a un animal le cabe en el hocico: desplazarse a pedazos hacia ninguna parte, desplazarse Caronte desplazarse. Razón de ser de la goma de borrar Dios se equivoca, pero sobre la marcha se corrige. No obstante Dios torna a equivocarse una vez más y finalmente se harta. Ahí es cuando Dios se tira al sueño. Justo en ese momento los antiguos errores cobran vida. El despertar de Dios es Dios y sus errores vivos. la libertad del fomble hace apenas un día tres arañas colgaban desde el techo. hoy agitan sus manos en la tierra. aunque ellas no lo saben envidio su visión del mundo, envidio de la alfalfa la lengua del ganado y del balón de fut americano la libertad del fomble. las letras de la fé La fé es algo que cimbra las montañas para hacer carreteras con poco presupuesto y es el aire canalla de algunos señoritos los domingos, la fé es el elefante de la perversidad y es ese algo que aguarda detrás de la pijama cuando somos adultos. Hay seis tipos de fe y seis explicaciones que prueban lo contrario. Podemos tener fé como quien tiene cosas y jaquecas, podemos repartirla, pintarla de amarillo, amarrarle un collar, descomponerla en letras. la fe es una efe y una e, algo que repetido va a la peluquería, ladra, mueve la cola y orina en los rincones de una mansión francesa. de la historia y sus vueltas Ha llegado hasta aquí la noticia o rumor de que el Golfo de México se seca. Con él todos los mares. Algunos ven en ello la manera de levantar el vuelo y hallar la libertad en otras partes. Otros, los que sin saber nadar son ambiciosos, buscan los tesoros del temario Drake en mapas adquiridos con buena puntería y gruesas cantidades que se triplicarán en su momento. los turistas se agolpan a beber y los niños corren en la arena ganada por el sol para sus juegos y sus tropelías. Se hacen planes ahora que Europa está más accesible y se habla de la carretera Florida-Yucatán. Los investigadores reúnen viejos y nuevos esqueletos de ballenas, manatíes y narvales, y las amas de casa rellenan sus saleros. Al mismo tiempo, con lentitud prehistórica, en un ojo de mar bajo las rocas, un anfioso, primer protocordado, terrestre padre de la humanidad y acaso de lo humano, aguarda a comenzar por enésima vez. bardo en una habitación del viejo parís Pound y Hemingway practican el boxeo semi-desnudos en una habitación del viejo París. Ezra nada puede contra los embates del más joven y cae como un innoble bulto en el sofá. Ernesto lo urge para que se incorpore. tú que has entrado con la llave maestra con mohín de desdén lo miras todo ¡Cielo santo! Si ahora lo contarás nunca te lo creerían: aquéllo sucedió en el 22. no será menos cierto (ornella mutti pasea por central park) momentos hay como éste en los que corto es el poder de la palabra podría hablarte de la muy rica historia y sus distintas lluvias bañando a los amantes en los oscuros quicios de un berlín de entreguerras podría hablarte de la luz previsible apenas delineando sus cuerpos entre las sombras ávidas las claras risotadas con tantísima agua y tanto tocamiento tal voluptuosidad en tiempos de hambre podría tal vez contarte de aquel traidor malévolo que inventó en luxemburgo los paraguas con el insano fin de enriquecerse vendiendo ojos de vidrio a los paseantes de las estufas frías en lisboa y el viejo parque hundido mexicano hablar del labrador que deja el surco abierto para que las estrellas concluida la tormenta pasen a descansar sobre el frescor del fango en veracruz de las bebidas tibias y el cristal que refleja tu cuerpo junto al fuego en un próximo invierno en bacusínare o los picos de europa tal vez tú te sonrieras y mecánicamente tantearas en tu bolso en busca de un bolígrafo, un birome, una pluma o como alguien dispuso nombrarlo en italiano tal vez pasara algo que ahuyentara tu hastío tal vez pasara nada podría ensayarlo sé con gravísima voz intentar convencerte de la inmortalidad de un pedazo de hierro descrito por charles dickens cerrando un ataúd con destino a las hébridas lucir interesante afilado atrevido y nombrar tal imagen que hace que la nostalgia por algo sin vivir sea punto de reunión de nuestras experiencias bosquejar en el aire sin red que guarde mi alma de la brutal caída el déficit de amor de principios de siglo y a la fecha llamar a tu cordura para solucionarlo hace años lo recuerdo fuera de mí en plena adolescencia le mostré a una mujer mis calcetines cada pequeño dedo regordete tenía su propio estuche del color de los bosques de irlanda devastada estar descalzo en una biblioteca delante de su pasmo comedido fue en ese instante justo vivimos hasta que se murió con sana intensidad nuestro papel de amantes luego sobrevivimos al infierno hoy son otros los días y muy otras las formas de los tiempos aquéllos me guardo un par de fotos algunas cicatrices y ciertas reticencias aprendidas tal vez lo más exacto sea insertar aquí menos sosiego decirte en voz muy baja como si la bronceada piel de un joven habitante en corfú desnudo frente al mar inyectara de ardor a un cuarentón nativo en otras latitudes “irremediable, ahora que soy viejo añoro la lascivia del estrangulador que nunca pude ser” y si un algo distinto asomara en tus ojos el rubor de tu cara la animosa señal agregaría en el acto “un poco más allá de los mordiscos y de los moretones en sitios de costumbre apretarán mis manos hasta encontrar el nombre del placer entre tus labios un círculo de fuego un gesto de dolor precediendo al orgasmo al adiós la ceremonia última” quizás mi intervención fuera resorte para que te marcharas quizás no acaso dar contigo una tarde de octubre donde la luz vacía se diluye en las hojas y nuestros pasos se oyen como si fuera el mar tal vez pasara algo huidizo memorable que trastoque el milenio y con él nuestras vidas y si ahora te grito y si ahora te vuelves “hola me llamo ornella” “hola yo pienso en ti”…
"Carcajada de luz dura y silente" imagen rescatada por las musas escribe Bardo con la pluma fuente derelicto en un mar de ideas confusas maestro de taller harto eficiente antes de criticar presenta excusas para luego implacable e inclemente guillotinar metáforas abstrusas termina la sesión y satisfecho el verdugo de la hoja bien pulida se retira orgulloso hinchado el pecho rota la vocación Bardo la vida desde un nuto fatal que cae del techo con parsimonia cruel mece suicida
Han reunido su llanto los parientes los amigos poetas los colegas los críticos le han puesto una estampilla y lo han echado a un sobre sin cerrar para ahorrarse con ello el porte de primera por cosas del destino que siempre da en el blanco a pesar del correo y de su historia su fama bien ganada el paquete ha llegado justo a tiempo hasta la caja abierta de pino cepillado el llanto luego entonces se ha esparcido empapando la alfombra apagando los cirios inundando la sala y arrancando al cadáver el rubor pocos sobrevivimos a aquel caudal de la tristeza ajena el último conteo quizás exagerado habla de seis borrachas contratadas por su habilidad jerimiqueante un hábil nadador campeón olímpico metido a chofer de agencia funeraria un testigo sin nombre que corrió una tía abuela triste que equivocado había el domicilio y con ello el difunto cuatro putas cada una reclamando ser la otra y el que esto escribe llevado por quién sabe qué afán de dar noticia: al muerto se lo cargó el olvido en la avenida
ha llegado el domingo igual a la tortuga que exaspera a la liebre. se piensa que el mundo es fatigoso y sus explicaciones son poco convincentes: Fe...Familia...Futbol...regaños públicos caras largas y planas como listas de espera. El ritmo de las horas lentas ya de por sí con cierta edad se reduce, se espesa, se abochorna hasta ser un marasmo, un derretirse que el sol transforma en nada: una nada pesada, una mancha tenaz, un ente microscópico y monstruoso. hasta el silbar se pierde: es hora de morir o esperar que amanezca aunque sea en lunes
(para ángel miquel) Pagué. Me diste el vuelto. Acaso gracias dije señorita (mi mano en el bolsillo, billetes y monedas) si el deseo vestía la desnudez de tus palabras: ¿es que no va a contarlo? No descifré en tus ojos los signos del amor pero vi mi calzado sin bolear. con los zapatos sucios y el alma distraída: quería ver la película porque Altman hace cine para mí. la butaca era una fofa nube de gente haciendo ¡shhhh! y el cácaro barbado no cesaba sus gritos: "¡La que has dejado ir!" "¡Estúpido mil veces!" "¡La que has dejado ir!" recuperé mis pasos: Quisiera otro boleto ¿Se podrá? |
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