eisenman / 94

1

Mata al hombre pero deja vivir el machismo. Arranquémosle la piel, que al fin y al cabo no ha sido más que un vestido. Vistámonos de hombre, adquiramos sus facciones. Tomemos lo que nos pertenece, el lugar de honor en el arca de los animales y las mujeres posdiluvianas.

Debemos ser más, más,

más. Fuertes,

dominantes,

azotemos el viento con voz aguerrida. Peleemos las guerras que ellos inventaron, hagámoslas más duras. Equidad. Igual,

no competido. Ganar,

no competir.

Hacer de la matriz un dobleteo de las ideas.

Poder, control, ignoremos

el dolor, hagámoslo sufrir.

Borremos su cara, confinémoslo

al abismo de la identidad confrontada.

Quememos sus alcances.

Estudios de Género (Femenino) para imitar

la pendejez.

2

Bendito revés.

Este hombre quemado será hermoso

para los bebés.

Ya no estará solo por más días.

La maldición ha terminado

(para él).


il & on / 3

1

La diferencia entre el poema y la prosa:

no la poesía,

por cierto,

sino el verso.

2

La mentira de Eco:

los libros no siempre

hablan de libros.


nauman / 67

La verdad justifica la verdad.

Si el verdadero artista ayuda al mundo revelando verdades místicas, entonces hay más misticismos que verdades. El verdadero artista se convierte en un espiral

de neón, se anuncia a sí mismo, llama a las vistas del peatón, dueño del motor. El artista se revela a sí mismo: él mismo es la verdad mística: el mensajero es el mensaje del arte.

Comunicación cero.



weiner / 94

Las palabras ruedan sobre el piso inclinado.

Intuyo que este piso no es mío, pues yo, como siempre, estoy derecho respecto a la regla

del universo.

Aún así,

las palabras ruedan sobre el piso inclinado.

Extraño

misterio para un hombre

que mira

recto.



wallinger / 95

¿Serías una auténtica obra de arte si miraras a la derecha? Tu última carrera fue un fracaso,

para ti,

para tus rodillas cuádruples. El fracaso te aleja de los últimos resabios floreados,

cuellos de flores.

¿El fracaso es arte o es fracaso?

Si miraras a la derecha pondrías en evidencia la razón de la elección.

Izquierdo, perfil siniestro de caballo purasangre.

Real y mentiroso: yo nunca asistí a tus carreras y, sin embargo, te he visto correr

toda mi vida.




campbell / 92-93

a Edgar Allan Poe

Es verdad,

copian todos nuestros movimientos con sigilo,

sigilosos.

El hombre cuenta cuentos,

como yo,

como yo

los cuento. Las arañas leen, desde las ventanas, los papeles adornados con patitas negras, como de ventanas negras. Las ventanas no son cuadros y los espejos de las mujeres desnudas

son pintados, con pintura de mujer desnuda. Pero yo no soy una mujer,

ni una desnuda,

ni una araña,

ni una ventana,

ni un cuento,

ni un hombre,

ni un sigilo,

sigiloso.

¿Hay arañas en mis paredes? ¿Gigantes o pequeñas? ¿Negras o desnudas? ¿Hay arañas? ¿Hay paredes? Lees este cuento y dudas de que sea un cuento. ¿Sabes por qué? Porque tú no eres un lector,

eres una araña.


prince / 87

Decir que soy posmoderno es un chiste fuera de lugar, un entrecruzamiento que invade la identidad posmoderna de la afirmación

“soy posmoderno”. No diré que realizo una apropiación de lo que digo

y lo que veo.

Trago territorios que la tráquea ha vuelto

patentes de la vida inculta. Y es que alguien me dijo que donde comienza la cultura termina la vida. La vida, mmmmmmmm.

Le haré caso por el momento. Ya pasó el momento:

el Museo del Prado tiene más semáforos que una quemazón rojiza. Absurdo chiste:

el chiste es un hipertexto de la seriedad. El chiste y la seriedad son

lo mismo. Me causan los mismos dolores

que hacían sufrir a Ombligo Cabello:

ay, ay, ay, ay, canta y no llores.


man ray / 24


Soy un buscador frustrado de títulos. Referencias y letreros crípticos para perder las direcciones más sensatas. Es necesario encontrar los violines en todos los torsos femeninos. Violines y contrabajos. El universo es curvo como una dona

catalana,

como un amor, como los lentes de Hawking, como las llantas que trasladan sus conceptos

paralíticos.

Y es que el dinero del Teletón se lo deberían dar a los científicos inmóviles: al menos ellos negarían lástimas normalizadas para tragarse los billetes (si pueden) con las quijadas robotizadas que los controlan. Un ejército clonado de Hawkings nos haría ver la suerte de los dadivosos. El mundo, sin embargo, explotaría de nuevo. Un violín gozoso contratado para hacer el soundtrack del fin del mundo.

Bonito destino el de los poemas:

todo por no buscar buenos subtítulos,

que vengan más al caso:

“Los ergonautas de la videopista”:

¡no mames ‘ché Julio!


gao / números íntimos

a A’Chin Gao, ese artista multifacético

¿Humo entre nosotros? No lo dudo. El matiz será averiguar qué clase

de humo. Es necesario construir una taxonomía del humo a partir de la dualidad entre el negro

y el blanco. Y es que el humo es negro y es blanco (ignoraré el humo de colores que sale de las fábricas de dulces). Flaco alargado, espalda descarada frente a una montaña flaca,

a l a r g a d a.

Montaña delineada en un gesto inconsciente, más dormido y musical que mis pies, forzados a usar la pluma y no el teclado. No he aprendido a respetar los papeles como es debido

(¿qué es debido? ¿qué es propio?),

supongo que es la inconoclasia que no se vendió por separado,

el pequeño tumbavírgenes que hay en mí.

El papel es un fetiche y la tinta una caricia

grosera; el latigazo de las líneas se convierte en reliquia para el ñoño. Estas palabras durarán un poco más, sólo un poco más,

solo,

solo yo,

solo con el humo. No hay virtualidad. Palabras desechables sin clasificación de reciclaje. Y aún así van sobre el papel

y el papel, por suerte,

si es reciclable.

   
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