Sinué Huerta A Mariana Torreligera Ea pues ea pues señora acepta mi coro de sal sol ave dentro de tu canto ave y las letanías de tu cuerpo ultraje sin cuerpo no calmes que en la escala de un órgano muero ea pues señora acepta mi mano piedra sobre piedra y la cerámica de tu cuerpo no apartes por que mi brazo cuelga milagros en la enredadera de tus años en tu relieve de madre ea pues señora acepta mi árbol de fuego para oscurecer tierra tu suelo madre sin mancha aquieta ave mi destierro ea pues señora acepta el milagro hierro de mi lanza verbo y el puño de mi mano no debilites que carne de tu carne hígado de tu hígado hiero ea pues señora acepta mi pie descalzo en el desquicio de tu íntimo cuerpo en tu resquicio abismo mujer ingrávida que la ventana yo te sueña y el pliego de astillas color te piensa Tomé la foto en aquella isla vacía tu sexo levante miraba sur mi lente tu rostro pegado en la arena norte el mar ¿por qué ahora que hojeamos el álbum de la tristeza y fotos impresas recuerdan los días en que estuvimos al aparecer la foto que tomé luces sería refleja en el cristal de un marco de oro? Invocación del fruto en tu cuerpo Yo Tántalo siento tu cuerpo diluido en el castigo y no es la higuera quien revuelve fruto entre piernas es ciruelo quien su rama hasta mi mano empalma medio fruto m i r a l i m a r mi dedo m i r a l i m a r mi dedo m i r a l i m a r mi dedo es de vientre el durazno de tu pecho fuerzo el índice sobre el pezón y pezón agolpa en mis labios toda la belleza el mangle púdico esconde cítricos que manchan de zumo mi última lúnula límpida m i r a r r e t u m b a r mi dedo m i r a r r e t u m b a r mi dedo m i r a r r e t u m b a r mi dedo cómo retumba tu fruto mordiendo mi dedo todos tus racimos son viña todas tus mitades fruto juego mi semilla en la uva partida y se mancha el papel algodón con tu habla Invocación del blanco en tu cuerpo tus manos en la inmediatez Blanco bajo herida escapa blanco presiona tu pecho blanco a ver si logramos detener tu influjo -no entres en mí Blanco Cuerpo me ocupa- deja meter mi blanco en tu pierna más profunda coge mi blanco en el puño agita el agua de mis edades Abre el racimo entre mi boca blanca en la uva mira tu cuerpo trepar el aire vuelve blanco argumento: Cuando la manzana cae verde al estanque hay un fulgor donde padecen de vuelo altos peces un golpe fervor en el centro del espejo -conmovido por la fuerza germinal de nuestro fruto primero- rompe castigos de sed y hambre prematuro el manzano recargó su sombra en la cabeza del condenado en un territorio fértil antes de llegar al horizonte metal del cielo plomizo -donde la tierra gira como si fuera un planeta redondo y g r a v i t a c i o n a l donde la tierra se mueve como si no tuviera raíz y paso donde la tierra cierne como si no fuera el cuadro que encierra profundas filtraciones d e v i d a s- el primer árbol venció la ventana de casa abierta -verde- todo sucedió en un instante un viento luz de vidrios caídos desató el arroyo de ruido blanco habitantes de carne corrimos salvando la sangre última de nuestras generaciones -e n t r e c r i s t a l e s e n t r e c o r t a d a s una generación de vírgenes muertas mujer cedieron su fruto a la tierra- la casa de estrépitos llenó de furia en un instante todo vuelve al blanco En qué cuarto de qué hora nos hemos perdido en qué copa caído desnudo árbol teje vidrios ventana abajo ramas heridas primera oleada inflexible dejan la huella que han de seguir pájaro y hoja la sal de savia moja el piso resbala por habitaciones pasillos estancias escaleras barandales hasta llegar al margen y herir límite marco de puerta impenetrable los animales que el verdor acarrea han de alimentar fruto nuevo la casa esta es la marea lleva saliva de fauna furiosa por salir mar lleva sudor de flora fugaz por desdoblar tierra es la marea atrae barcas colmadas de canciones náufragos hambrientos de soledad así yo Mariana cuando entro y salgo soy la marea se enrolla arde todo lo mueve |
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