soliloquio del enfermo
El veneno corre
el ave corre frente al fuego
y el cuerpo arde con una luz anaranjada
en un lamento celular
que no encuentra respuestas
y no pregunta
y la vida se va, el veneno se está yendo
el cuerpo se fue
la voz guardada en el pico
en la pus
sin garras ni ojos
Ahí está inamovible luz
pero la ceguera está primero
y el lago del llanto está primero
la sombra que tú haces
voy
Voy a rascarme la costra que tengo en el codo
voy a sacarla de mi brazo como se saca el silencio
y voy a guardarla en el sobre del párpado
donde todas las imágenes quedan archivadas
No voy a tirar la costra
porque es una costra bella
tiene todas las rugosidades de una vieja
y es tan pequeña como un niño
No voy más que a prenderla de un alfiler
aquí en mi pecho
vuelvo
He viajado mucho y ahora vuelvo al corazón
Enajenada, veo mis objetos
aquéllos que se mecen
El grillo canta su ópera lenta
(luz tibia que traspasa )
Asomo mi voz
los gritos se refugian
giran
y el caballo se duerme
ya no existen
De pie el susurro del grillo
(aletargada voz)
me recibe en otras noches
Pero salí por mucho tiempo
ahora estoy
Abrazo mis objetos, mi silla, mi desvelo
mi sarta de mentiras las abrazo y mis verdades
vuelvo al corazón
es la luz
Es la luz la que ensombrece
no la noche
es estar adentro
donde nadie mira
donde nadie
Aun si me equivoco
si es errada mi palabra
yo veo la sombra de sus caras frente al sol
y si no lo veo bien
mis ojos me traicionan
como esta mano y el silencio
y si no es así
ya me levantaré cantando
afuera abre
Es afuera
adentro del aire
golpe que llama
que me arranca el sueño
alzo el trazo hacia la ruta cansada
a las ramas, el paladar de todo
aquello contenido
empuja blanca
firme abre la cortina, los gritos
abre los párpados
abre los brazos los abre
los dedos a las uñas
el polvo al viento
adiós a las cascadas
me levanto
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