Alejandra Villareal. Amorío de sombra en cruce de calles, caída que pasma su aliento en el bullicio de la noche, ventana sorda que observa verticales vacíos, vaivén imaginario de estructura. Pensamiento que circula fascinado por el deseo de esperar, palabra que se enreda en griterío de multitudes. Muda, estática. Desde aquí memorizo un adiós Mis estancias de permanencia laten con el rostro de mis pasos. Parpadeos que sólo hablan de muchedumbres reducidas a un griterío de abrazos y besos acorazados por banquetas cansadas de ver manecillas en la grieta anidada del asfalto. Estaciones de viento, de silencios, dispuestas en estructuras creadas para vivir del daño humillante del tiempo. Y aún así hay que esparcir fingidos humores, evacuar de la palabra su sonoro vaivén de distancia, olvidar que existió en la suela de mi zapato una vía de enamorados alientos. El deseo es un fruto que no tiene raíz, monótono espacio, lugar vacío. Estática, veo pasar la cadencia final del día. El bochorno me desliza entre los pliegues de la espera. Todo es estático, y te nombro para mover las horas del día. |
Alejandra Villarreal Cantú Estudió la carrera de Letras Españolas en la Universidad Autónoma de Nuevo León y cuenta con una Maestría en Artes. Su trabajo poético ha sido publicado en revistas impresas y electrónicas. Actualmente coordina talleres literarios en la ciudad de Monterrey y pertenece al grupo Colectivo Metáfora conformado por personas interesadas en la creación poética. |
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