Tiempo y espacio histórico en
" El perfume " de Patrick Suskind

En la segunda mitad del siglo XVIII se origina en Alemania, con la novela La historia de Agatón (ed. alemana 1766/67) de Christoph Martin Wieland, la «novela de educación» o Bildungsroman. Goethe posteriormente marcó las normas de este tipo de novela y la elevó al rango de género novelístico con Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister (ed. alemana 1795/96).

 

El Bildungsroman rompe con la tradición narrativa conocida hasta entonces: no se ocupa ya de la descripción de acontecimientos externos como aventuras, sucesos trágicos o cómicos, sino que señala el desarrollo interno de un personaje que se vuelve punto central del argumento. La estructura está bien definida, el tiempo de la narración transcurre de manera lineal y abarca la vida de un hombre desde su nacimiento hasta su edad madura, recalcando eventos importantes correspondientes a cada etapa de la vida. Lo esencial en el desarrollo del personaje es que éste, en su proceso de aprendizaje, debe sacar de su existencia una lección de sensatez y resignación, para que una vez alcanzada su madurez espiritual logre integrarse a la sociedad.

El género del «Bildungsroman» ha sido utilizado por muchos escritores en la literatura alemana. Sobre este patrón clásico, por ejemplo, está construida también la novela de Thomas Mann La montaña mágica (ed. alemana 1924). Patrick Süskind retoma este género en los años ochenta de nuestro siglo con El Perfume1, y le da en sentido posmoderno un giro paródico a una forma hasta entonces ortodoxa.

1 Patrick Süskind, El Perfume, Barcelona, RBA editores, 1993; la edición alemana: Das Parfüm, Die Geschichte eines Mörders, Zürich, Diogenes, 1994 . (primera edición 1985) [las citas son sacadas de la edición española]

Para analizar la estructura de la «novela de educación» tomamos como puntos de referencia algunas anotaciones del crítico literario ruso M. Bajtín2, quien ubica la imagen del personaje de la novela en espacio y tiempo histórico. Aspectos sociológicos, históricos y culturales que definen la sociedad de una época y una nación constituyen el entorno en el que habita un personaje literario.

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Jean Baptiste Grenouille, el protagonista de la novela, es un outsider radical dotado de un extraordinario sentido del olfato que paradójicamente carece de olor. Para poder integrar a este personaje fantástico nacido en 1738 en un contexto social, el autor Süskind debe tomar bajo su lupa los acontecimientos históricos, sociales y culturales del siglo XVIII en Francia.

Las circunstancias del nacimiento de Grenouille nos introducen al panorama de las clases sociales más bajas. La madre estaba a punto de tener el quinto parto, “todos los había tenido en el puesto de pescado y las cinco criaturas habían nacido muertas o medio muertas...”(p.8). Grenouille nace entre los deshechos malolientes del puesto de pescado, sobrevive por un verdadero acto generoso del destino, y con su primer grito se decide por la vida y al mismo tiempo sentencia a la muerte a su madre . Ella confiesa ante las autoridades, haber matado a sus otras criaturas y es condenada a la guillotina.

2 M. Bajtín, «El planteamiento del problema; la novela de educación», en Estética de la creación verbal, 6a ed., México, Siglo Veintiuno Editores, 1995, pp. 210-216.

Süskind nos describe de manera documentada el destino de los niños huérfanos en el París de aquella época. La vida ruda y las condiciones precarias en los orfanatorios o el trato que los niños recibían de las nodrizas son analizados por sociólogos modernos también.3 Süskind no se aleja de esa realidad cuando afirma con su inconfundible estilo irónico:

Era cierto que algunos inviernos se le morían [a madame Gaillard, nodriza de Grenouille] tres o cuatro de las dos docenas de pequeños pupilos, pero aún así su porcentaje era mucho menor que el de la mayoría de otras madres adoptivas, para no hablar de las grandes inclusas estatales o religiosas, donde solían morir nueve de cada diez niños. Claro que era fácil reemplazarlos. París producía anualmente más de diez mil niños abandonados, bastardos y huérfanos, así que las bajas apenas se notaban
(p. 21).

Y Grenouille dotado con las características de una garrapata resiste a las peores condiciones de vida, a varios atentados con los que los niños de su edad tratan de deshacerse de él. A los nueve años el curtidor Grimal se ocupa de su educación. La vida del muchacho valía tanto como el trabajo que podía realizar, y entre más resistente se mostraba, más valor adquiría su vida y aumentaban sus probabilidades de sobrevivir.

3 Arlette Farge, “Familienehre und Familiengeheimnisse”, en Geschichte des privaten Lebens, tomo 3, Von der Renaissance Zur Aufklärung, Frankfurt, Fischer, 1991, pp. 573-609.

Es por eso que el personaje adquiere una actitud sumisa y obediente porque con el primer husmeo del “aura olfativa” de Grimal supo, que aquel hombre “sería capaz de matarle a palos a la menor insubordinación” (p. 30).

Este cuadro inhumano en el que se desarrolla la infancia de Grenouille, le sirve al autor para trazar con unas cuantas pinceladas la oscura imagen de las condiciones sociales de los marginados, cuyas vidas adquieren valor monetario y se vuelven objeto comercial -Grenouille pasa de manos del curtidor Grimal a las del perfumista Baldini por 20 libras (p. 78). Süskind se mantiene apegado a los datos de los sociólogos al describirnos esta vida miserable; sin embargo, el elemento del compromiso social está totalmente ausente. Los hechos crueles apenas si pueden despertar compasión en el lector: la ironía cubre los sucesos con una fina manta (como en el estéril debate religioso entre la nodriza Bussie y el padre Terriers (p. 11-15), quitándole a las facetas sociales inhumanas parte de su gravedad. Esta observación, tan irritante en cierta medida, donde la pobreza social se describe por parte del autor sin compromiso moral alguno, nos remite a una percepción estrictamente estética. Si analizamos la estructura de la novela podemos encontrar algunas explicaciones para esta impresión poco social:

- El interés del relato se dirige al desarrollo del personaje principal y a la percepción que éste tiene del mundo que lo rodea. Grenouille carece de cualquier formación cultural o educativa, los conceptos morales le son ajenos en la misma medida que cualquier preocupación intelectual, y es por eso que a él no le interesa en lo más mínimo su entorno social.

- La temática central que se anuncia desde el primer párrafo es la biografía de un hombre “genial y abominable”, olvidado por la historia, pero de la misma categoría que otros “monstruos geniales” de su época, como De Sade, Fouché y Napoleón. No se trata entonces de una denuncia social y mucho menos se recurre a un sentimiento de compasión.

Las descripciones de la indigencia humana le sirven al autor sólo para la contextualización social en que transcurre la vida del personaje literario; como espacio real histórico en el que se ancla la narración de este hombre obstinadamente malvado. Remarcable en el genio es también la fortaleza de su carácter, y como tal, Grenouille encuentra su camino a pesar y en contra de las adversidades. Las carencias, las amenazas de muerte como los atentados, la hambruna, el frío extremo y las enfermedades representan un contraste necesario con el genio del olfato, el genio perfumista.

Harriet Quint.
Brasou, Rumania.
Estudió Filología (germanistica) en la Universidad de Bucarest.
Becaria del DAAD (Intercam-
bio académico alemán).
Radica en Guadalajara, Jal.
desde 1994 como investigadora en el Departamento de Estudios Literarios de la Universidad de Guadalajara.
Es traductora y ensayista.

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