Salomé
(del caos al vuelo ) *** En medio del tumulto de la calleescucho la caída de una hoja cuántas muertes son mudas a mi oído en este instante mismo cuántas personas escucharon la caída de esa hoja. Tal vez yo sin saberme sentada junto a mí escucho todas las muertes del mundo en este instante mismo en que cae la hoja Tal vez yo sentada sin saberme junto a mi que está sentada sin saberlo junto a mi escuchó la caída de mi muerte en este instante mismo en que cae la hoja que yo escucho *** Duermes (muerte que levanta la piedra de tus ojos perdidos noche adentro) Yo en vigilia no puedo desprenderme ni esconder el amor bajo la lluvia. Llueve dentro de ti y tu gemido expulsa la última nube También afuera llueve de tus ojos adentro de mi sal. NADA HABLA DE QUE ME AMES Nada habla de que me ames. Pero hay una lluvia que espera dividirme en gotas sobre tus muslos plegada entre los dedos del aire con ojos de ausencia. Equivoco mi rumbo siempre a tu costado. Ciérrame el camino. quiero tapiar - hoy sí - ventanas y puertas. quiero mantener mis pies sobre la noche. Inventarte. Nada habla, nada, de que me ames. ABRIL Abril tiene tan sólo cuatro años y ya conoce la tristeza: fantasma lánguido que se alarga, le alcanza la mirada y en un pasmo hipnótico se la roba; sus ojos se quedan muertos mirando sin ver cómo se aleja esa sombra y se lleva consigo el movimiento de su cuerpo. Se desmorona sin ella saberlo, casi sin párpado, sin aire, sin voz. No más de ausencia, no más soles, no tiene caso la lluvia. Abril, cómo te explico que la perfección me abruma, tan alta. Yo enana no puedo llevarte pan a la lengua, manca de cuerpo entero. Mi llanto que te oculto y tu percibes. Yo también he visto a Tristeza llegar con su silencio a sacarme sollozos con sus brazos negros; me deja vaca de ubres secas, con los ojos abiertos a otra muerte. Lenta camino en mi sangre cobarde y huyo hacia ninguna parte. El toro muere dando la estirpe y el rabo en la fiesta. Yo vaca, qué hago con la pastosidad de mi paso, con mi aguadura. Abril de todos los meses florece una luna. Abril, quedamente niña padeces mis dolores de vieja. Ayúdame a traspasar la puerta que te encierra en la noche de tu bosque. Me sostengo en el péndulo de tu ojo y lo cierras, apenas logro mirarme coja en tu rompimiento. Me pregunto cuántos días me faltan para abrazarte con los dedos más exactos, con el justo muelle, con los barcos que anclan. Y te abrazo, Abril, con todos esos barcos que ven partir tus ojos y no sé cómo apagar el faro que te ciega. (Viajas ahora en la cama, en espera del sol para dormirte de nuevo al día, soldado que sale de trinchera sonámbulo y encaja la luz en su pecho; que sin arma alguna camina hacia una vaca imbécil que sin voluntad deja caer un bulto en medio de las bombas.) Abril ahora se llama noviembre y se llama abril y llora de pronto sin motivo alguno. Y tira el arma. Y sale de la trinchera. Y me mira. TU JUEGO ES CONMIGO En cada pase van mis pezuñas hacia el miedo a merced de un ritmo extraño que es el tuyo. Tus luces son juego que deslumbra no sé a dónde me llevan. Al trote en mi pellejo clavas banderillas. Suda mi lengua un enorme bramido. No hay augurios perfectos. Te estiras frente a mí de un salto me penetras varias veces y nada la muerte no llega, la muerte no no llega. DONDE LOS PÁJAROS GUARDAN SILENCIO I una franja en mi vientre recorta un ojo una cicatriz me abre cada mañana sobrevivo con mi otra en un diálogo de tarde donde los pájaros guardan silencio no me alcanzan las manos II Finjo tener materia y te atravieso transcurro en los otros me reduzco: abundancia; y mi sonrisa sólo es una fractura Te vi de pie recargado en tus puños jadeabas luz tu boca se rasgó la risa es un eco que avanza Los ojos se abrieron a un relámpago quedaste ciego y yo sin rostro. |
Karla Sandomingo Impartió talleres en el ámbito estatal y nacional desde 1996. Coordinó los talleres infantiles de poesía y cuento Alas y raíces a los niños en seis municipios de Jalisco por parte de la Dirección de Literatura de la Secretaría de Cultura del Estado y Conaculta; el taller de literatura Elías Nandino en Cocula Jalisco, ambos en el año 2000. Coordinó talleres de literatura y de pintura para chicas con anorexia y bulimia durante cuatro años. Miembro fundador de La Red Nacional Autónoma de Talleres Literarios, cofundadora de la revista de cultura Tragaluz de la que fue subdirectora editorial y forma parte del consejo editorial de la revista zacatecana de cultura Funes. Fue editorialista del programa Frecuencia Noticias, columnista de la revista radiofónica Señales de Humo y Co-productora, co-guionista y co-conductora del programa Tragaluz en radio, junto a la politologa Ivabelle Arroyo, todas en la Red Radio Universidad de Guadalajara. Formó parte del Programa de Jóvenes Creadores del Fonca (Fondo Nacional para la Cultura y las Artes) en la categoría de Poesía, emisión 2004-2005 y obtuvo el Apoyo a la difusión de las artes del CECA (Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Jalisco) en el periodo 2004-05. Forma parte del cuerpo docente del Centro de Arte Audiovisual y del cuerpo de asesores de tesis. Escribe la columna Paso de cebra en el diario Público del Grupo Milenio. Sus publicaciones son: Afonía en la Lengua, 1995. Venir del Agua, 1996. Tríptico del Ángel, 1997. Los círculos del fuego, con el que obtuvo el premio nacional de poesía en Hermosillo, Sonora “Anita Pompa de Trujillo” 1996 y fue publicado en el siguiente año por el Instituto Sonorense de cultura. Navío de tu Agua, 1998. Salomé, el cálamo, 2000. Si acaso hubiera, el cálamo, 2001. Instrucciones para dividir pájaros, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 2002. Madera Sola, Fondo Editorial Tierra Adentro, Conaculta, 2004. Publica: Instrucciones para dividir pájaros en el cálamo en 2006. |
| siguiente | regresar | |