23
Hay palabras que quisiera borrar
por sus estragos:
las que, dichas, jamás han de escribirse
las que atrofian el alma
las entre dientes, ruines.
Las mancas
las a sueldo
las deudoras.
Todas ellas a cambio, por ejemplo
de las palabras árbol, casa, Dios
(siempre en mayúscula)
y pájaro (que es aire)
y lluvia (sobre el árbol de luz que hallé
junto a la casa, y dentro de él
un pájaro en la mitad de Dios.)

 

24
Anótese dinero en la i de incapacidades
también que sólo sirve cuando se gasta.
No sé qué hacer con él
cuando llega menguado. Se agiganta en tabaco y en pan
se hace niño el día de dar la renta.
No sabe estarse quieto.
Ángel de mis amigos
me trajiste dos ojos
y una máquina de abortar
amorosos desastres.
Cuánto vale el dinero
que a veces me ha costado sonreír.

Que lo multipliquen
los que nunca comprendan
que una hora de amortizar incendios
vale más que una vida.

25
Mi suerte estaba echada.
Una vez más mi esfuerzo testarudo
se topa con la lepra ancestral
mientras junto del suelo la medianería.

Tarde o temprano los extremos se tocan
y estoy sola ante mí.
Regreso y vuelvo a andar el mismo rastro
me inicio y me termino en una sílaba.

Te voy a recordar para que me oigas.
Diré tu nombre para que me olvides.

Echada está la gota en el ojo del muerto
encristalado el don de respirar.
Es la punta del iceberg
que termina
de atravesar mi corazón que pasa.

 

26
Hay lugares en el mundo
a los que nunca iré.

Así es mi aprendizaje progresivo
de andar por todos lados sin moverme.
Mejor, porque presentaré balance
de mis huellas
y yo he andando saltando.

Pudo ser más lento
mi viaje del zagúan a la recámara
del hombre hasta mi risa:
el sitio más distante.

Pero ya estuve mil veces
en la gruta más sorda de la tierra.

No he de volver ahí.

 

27
Llegó mi turno de amar
sin terremotos
te quiero tanto que te profetizo
como un largo viaje.

Alguien me habita el cuerpo sin tocar
basta andar por su risa
regresar a Vivaldi
y no cerrar los ojos nunca
frente a sus ojos.

Esto es definitivo para una mujer
que ya cumplió cincuenta.

 

28
Sucederá todo aquello que pienso
el día en que la inocencia de mi mano
ocupe tus pupilas y tu frente.

Sucede que te hallo
como quien pasa de la infancia al sepulcro
a completar su lista de desaparecidos.

Esto es amor: tensión interna
que te clava en el muro más claro de mi boca
para que nada en ti varíe.

Y entrar a verte
sin que nadie se espante.

 

29
Pero ya cállate, corazón
no me calumnies concentrado
en un dolor contínuo

Necesita sosiego
tu infarto de ternura.
Te perdono por ser tan poco arisco.
Es criminal la dicha y te contraes.
Te dijeron: ya basta
no se debe apoyar contra un ahogo
(Aún así estrangula
su voz en el teléfono.)

Ahora vas a dormir
como esos pájaros
con una sola ala.

Ya has soñado bastante.

 

30
Encandila la luz
no es mi costumbre.
Esta luz se me mueve, titubea
se le ve la premura
(me vivo en lo que alumbro).
Nació de claridades adquiridas
en puntual extravío
y profanaciones a la luna.
De corta edad, progresa en ligazones
de miel y estrella.

Detrás de toda luz
un parto que se inicia
donde hay dos

 

31
Tuve un cuerpo.
Lo malgasté
lo fui desheredando de la vida.
Bien. Contabilizo mis desbarajustes
y no me conmisero.
Hay otros cuerpos adentro de mi carne
que he cuidado mejor
cuerpos que dono
para otro despertar afortunado.

En lo que queda de éste
hilvano
un puñado de mirlos.

 

32
Me empleo a fondo
soy mi propio jefe
no subarriendo a nadie la semilla
pero regalo el fruto.

Mala inversión, me dicen.
Y contesto: si no le sirve a nadie
mejor callar
mejor este cansancio que avergonzarme
de mis propias hechuras.

   
 | 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | regresar |